lunes, 21 de septiembre de 2015

Semillas para el “Arca de Noé”

Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde Aguilar

¿Imaginas un mundo sin frijoles, sin maíz o sin trigo? Pues déjame decirte mi estimado lector que puede ser posible y lo que fortalece esta posibilidad es entre otras cosas, la vulnerabilidad de algunos cultivos, los suelos erosionados, las condiciones de sequía, la contaminación ambiental, la pérdida de hábitat y la introducción de plantas exóticas. Aunque suene apocalíptico, en nuestros días hay que tener un plan de emergencia para asegurar un futuro en el que nuestros tataranietos puedan disfrutar de unos frijoles de la olla con sus respectivas tortillas y su chile molcajeteado.

Semillas para el futuro
Para evitar la extinción de especies de plantas, los científicos ya tienen su plan de emergencia que consiste en el resguardo de semillas, ya sea en una colección o banco donde se depositen (libres de impurezas y bajo condiciones especiales); o mediante su cultivo en campo. Existen más de 1500 bancos en aproximadamente 150 países.

Destrucción de colecciones
Las condiciones que debe tener una colección, son entre otras, una temperatura muy baja, ambiente estéril y baja humedad. Muchas colecciones muy importantes en el mundo se han perdido a causa de daños por guerras, saqueos, fenómenos naturales o por el mal funcionamiento de equipos que mantienen baja temperatura y humedad; por eso la comunidad científica apoyada por la ONU propuso la creación de una colección especial.

A prueba de catástrofes
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard también conocida como “la Bóveda del fin del mundo” tiene una ubicación muy al Norte del globo terráqueo (se planeó en un lugar remoto para conferirle seguridad), dentro de una montaña en una Isla de Noruega. Sus instalaciones están diseñadas a prueba de fallos ya sea ocasionados por la naturaleza o por el hombre. Otra característica de esta bóveda es que se encuentra en una zona geológica estable, con bajos niveles de humedad y por encima del nivel del mar (en caso de inundaciones).

Conservando a bajas temperaturas
Esta colección tiene la particularidad de aprovechar el permafrost (capa de hielo que permanece congelada) y la roca gruesa para mantener a bajas temperaturas las muestras; todas las semillas que se encuentren almacenadas tendrán la función en un futuro, de servir como garantía para el consumo de alimentos a nivel mundial  asimismo representarán una fuente de semillas de una gran variedad de cultivos que tienen éxito en la actualidad y podrán satisfacer las demandas alimentarias de la población futura.


¿Espacio suficiente?
La Bóveda de Svalbard tiene la capacidad de almacenar hasta 4.5 millones de variedades de diferentes cultivos, cada cultivo contendrá 500 semillas en promedio, esto significa que es posible almacenar 2.5 mil millones de semillas. En la actualidad ya tienen 830 mil muestras de varios países; algunas de alimentos básicos como el maíz, arroz, trigo, variedades de frijol y papa, sorgo, berenjena, lechuga y cebada.

Proceso largo de selección
Para completar la colección, se requiere de mucho trabajo, porque el proceso comienza desde la selección de los cultivos en campo pasando por la separación de la semilla de mejor calidad de sus frutos, la limpieza y verificación de su viabilidad bajo microscopio, técnicas de secado, colocación en una colección y transporte hacia la Bóveda en Noruega; una vez en la temperatura ideal (-18 °C), se deben empaquetar correctamente dentro de bolsas de papel aluminio de tres capas,  se sellan en dependencia del tipo de semilla, siempre manteniendo bajos niveles de humedad y temperatura para que las semillas tengan actividad metabólica baja manteniéndolas viables durante períodos de tiempo prolongados (hasta mil años).



¿Qué tipo de semillas se pueden guardar en esta colección?
A pesar de que en un principio se almacenaron sólo las de importancia para la seguridad alimentaria y la agricultura mundial sostenible, en febrero de este año se depositaron las primeras semillas de árboles de bosque, de este modo se abren las puertas a una vasta gama de especies vegetales. Cada país o institución tiene derecho a depositar y retirar sus semillas, las semillas que allí se guardan son “copias de seguridad” esto quiere decir que se reciben semillas que ya estén resguardadas en otra colección. Esto representa una importante alternativa para la lucha contra la extinción de especies vegetales.

Alternativa más accesible
En India también tienen una colección de semillas aprovechando las condiciones permafrost. Se encuentra al oeste del Himalaya en Chang-La a 5360 metros sobre el nivel del mar, el rango de temperatura a la que se encuentraes de -4 a -40 °C, y la humedad es menor al 20%, estas condiciones son idóneas para guardar semillas por un largo período de tiempo además está de más fácil acceso que la de Noruega.

En México
En nuestro país existen más de 18 colecciones entre ellas podemos encontrar a la Colección de Semillas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, que desde hace ya más de 10 años almacena alrededor de 1300 especies de plantas nativas del desierto mexicano. También contamos con una colección de reciente creación en Jalisco (2012): el Centro Nacional de Recursos Genéticos perteneciente a la SAGARPA con alrededor de 20,500 semillas mexicanas y extranjeras de importancia agrícola y forestal.









Publicado en la edición semanal de El Comentario  
Lunes 21 de septiembre de 2015
Número 222, páginas 15 a 17

Fuentes:
Juárez, C. 2011. Tesoro en el Congelador. UNAMirada a la Ciencia.
Imágenes:
Photopin
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