lunes, 29 de septiembre de 2014

Biomímesis: Inspiración que surge de la naturaleza

Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde Aguilar


 “¡Ay! Se me pegaron otra vez los huizapoles”

Seguramente te resulte familiar la frase anterior y tengas la fortuna de salir de entre el pasto o del campo lleno de unas bolitas estilo punk que se pegan con mucha facilidad a las vellosidades del cuerpo y a las telas; pues eso le sucedió hace 53 años al perro del ingeniero suizo George de Mestral, quien después de haber ido de paseo, quedó intrigado con el sistema de adhesión de las bolitas estas y no conforme con verlas “a ojo”, las pudo observar en un microscopio maravillándose con la forma de sus ganchos capilares.  Se le ocurrió copiar ese modelo para hacer uno sintético, comenzando así la historia del Velcro, de este modo algo aparentemente “sencillo” copiado de una semilla  se mantiene en el mercado desde los años 50s.


¿Será que compartimos la idea de que “si algo está bien hecho, es el hombre el responsable”?, no nos gusta darle el crédito a otra especie o nuestro entorno. Pero en los últimos años a consecuencia de la sobrepoblación humana y el daño a ecosistemas, han surgido tendencias en pro del ambiente, una de ellas es la Biomímesis. En los setentas se le conocía como “Biomimética” o Biónica, pero este término fue asociado a partes artificiales del cuerpo humano; así que en 1982 por fin se pusieron de acuerdo y lo nombraron “biomímesis”. Esta palabra proviene del griego bio, vida y mimesis, que significa imitar. La Biomimesis es una técnica que combina ambiente, diseño e ingeniería; inspiración que surge de la observación de la naturaleza para innovar y resolver problemas de la vida cotidiana.   


¿Desde cuándo comenzamos a copiar diseños o sistemas de la naturaleza?
Tanto tiempo admirando y aprovechando los recursos naturales y resulta que hasta ahora le ponemos “biomimesis”. Pues déjame contarte mi estimado lector que el hecho de haberlo “bautizado” actualmente, no significa que en la antigüedad, donde no tenían televisión, se evitara hacer minuciosas observaciones a los fenómenos del entorno y recrearlas para deleite humano, no podemos continuar contándote sobre este tema sin mencionar a Leonardo Da Vinci, atento observador de la naturaleza que inventó máquinas voladoras inspiradas en el vuelo de las aves.
Ya para 1998 la Bióloga Janine Benyus con la Dra. Dayna Baumeister fundaron el gremio de Biomímesis en Montana, EEUU y éste ha estado vigente generando y fomentando la imitación de sistemas biológicos para aplicaciones que nos permitan a los humanos existir en armonía con el ambiente.

Un memorable caso de Biomímesis es el llevado a cabo por el arquitecto Mick Pearce, a quien se le encomendó hacer un edificio que no utilizara demasiado aire acondicionado en Zimbabue, en el sur de África de donde era originario, éste se guio por la forma en que las termitas construyen sus montículos los cuales deben resistir altas temperaturas durante el día y muy bajas en la noche, con este principio se reduce el gasto de aire acondicionado, ahorrándose mucha energía.

Lagartijas que no se caen de las paredes ¿Qué tienen de especial?

Los geckos, mejor conocidos en la región como besuconas o cuijas han desarrollado un sistema de adhesión impresionante, tienen en las patas microestructuras con forma de espátula con un grosor de 0.2 micras (mucho más delgadas que uno de tus cabellos) y cada microestructura está dividida en aproximadamente dos mil filamentos microscópicos, muy sensibles a las irregularidades de la superficie sobre la que caminan y todo este poder de adhesión ha inspirado a los ingenieros a producir pegamentos efectivos sin el uso de sustancias químicas que puedan ser nocivas para el ecosistema.

“Que se te resbale, como a la flor de loto”

Otro caso famoso es el de las plantas de loto (acuáticas originarias de China), que mantienen sus hojas sobre la superficie del agua porque tienen la peculiaridad de ser hidrófugas, es decir que repelen el agua, y de poseer complejas nanoestructuras en la superficie foliar  que les permiten estar siempre “limpias”,  estas estructuras hacen mínima la adherencia de partículas a esto le llaman “efecto loto”. Aplicando este efecto se evita la adhesión de agua y partículas que puedan ensuciar la superficie de estas plantas, de este modo surgieron mejoras a productos de limpieza y pinturas.


¿Porqué las abejas no hacen sus celdas circulares o rectangulares?
Estos pequeños polinizadores amos de la miel, fabrican sus panales con forma hexagonal para aprovechar al máximo los espacios de almacén de miel, estos hexágonos los forman con cera haciendo coincidir la pared de un panal con el panal vecino para economizar el gasto del material de construcción y guardar lo que les sea posible de miel, ninguna de las formas de prismas regulares (triangular o cuadrangular) les permiten tener un espacio mayor de almacén que el hexagonal. En algunos ventiladores  y túneles de viento se puede encontrar rejillas imitando la forma de panales de abejas porque su estructura minimiza las turbulencias.

La búsqueda de soluciones que nos hagan la vida más fácil como la aplicación de un pegamento a heridas evitando dolorosas suturas (investigaciones sobre la capacidad de adhesión de los mejillones que soportan las inclemencias de las olas y aun así siguen pegados en piedras, muelles…), las ventajas del hilo de arañas en la industria para sustituir el uso de fibras sintéticas hechas en su mayoría con productos tóxicos; el diseño de trajes para bucear tomando en cuenta la piel de tiburón que hacen más rápidos a los nadadores, entre otras innovaciones; están surgiendo para mejorar los aparatos o sistemas creados por el hombre dejándonos cada vez más sorprendidos,  por eso te invitamos a abrir bien los ojos y la mente para estar atento de las maravillas que podemos descubrir en la naturaleza.

Publicado en la edición semanal de El Comentario  
Lunes 29 de septiembre de 2014 
Número 179, páginas 26-28 

Comentarios o sugerencias escríbenos a: buzon.pregunton@gmail.com


Recomendaciones

http://biomimicry.net/
http://www.ted.com/talks/janine_benyus_biomimicry_in_action?language=es#t-214700
https://www.youtube.com/watch?v=6yhxJnQRtNY
https://www.facebook.com/BiomimicryMex?fref=ts

Fuentes:
1.      López-Portillo, A. 12 de diciembre de 2010. Biomímesis: una nueva vieja ciencia. BBC Mundo.

2. Riechman, J. 2003. Un concepto esclarecedor, potente y persuasivo para pensar la sustentabilidad, Biomímesis. El Ecologista. 36: 28-31.

Imágenes:

1.      Termitas: photocredit: <a href="https://www.flickr.com/photos/lours/13759556104/">l'Ours</a>via<a href="http://photopin.com">photopin</a><a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">cc</a>

2.      Hoja de madera: photocredit: <a href="https://www.flickr.com/photos/drewwith/3288999994/">drewwith</a>via<a href="http://photopin.com">photopin</a><a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>

3.      Loto: photo credit: <a      href="https://www.flickr.com/photos/jspark/9467766810/">Josep Mª</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/">cc</a>
4.      Gecko: photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/furryscalyman/3830578747/">Furryscaly</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/">cc</a>




lunes, 8 de septiembre de 2014

¿La luna influye en nuestro comportamiento?

Por: María G. Velarde Aguilar y Gilda Y. Andrade Michel


La idea de que las estrellas y los planetas influyen en nuestro comportamiento y estado de ánimo puede ser rastreada hasta la antigua Roma, donde se consideraba que la luna poseía un poder sobrenatural, de hecho la palabra “lunático”, que según la RAE (Real Academia de la Lengua Española) se refiere a una persona que padece locura, no continua, sino por intervalos, proviene de la diosa Romana de la luna, y es un reflejo de la asociación luna-desorden mental.

Durante la edad media existía una fuerte creencia en el fenómeno llamado efecto de la locura lunar, en el cual los humanos se transformaban en hombres lobo o vampiros durante la luna llena. Pero eso no es cosa del pasado, aún hoy en día, muchas personas tienen la firme creencia que la luna induce comportamientos inusuales que derivan en accidentes, alcoholismo, ansiedad, asaltos, depresión, violencia doméstica, sobredosis de drogas, pacientes psiquiátricos, accidentes de tráfico, asesinatos, suicidios, etc.

Un estudio realizado en los Estados Unidos reveló que cerca del 40% de la población y el 81% de los profesionales de salud mental, creen que la luna llena afecta al comportamiento humano y se ha denominado en la literatura académica como el efecto Transilvania. Esa creencia en el poder de la luna, particularmente arraigada entre los profesionales de la salud mental, es sorprendente dada la abundante evidencia científica que demuestra que no existe relación entre las fases lunares, y cualquier comportamiento anormal que propicie calamidades.

La luna y el agua


La influencia de la luna en las mareas, es un hecho comprobado y no existe duda al respecto. Y este mismo fenómeno ha llevado a investigadores a creer que la luna influye en nuestros cuerpos debido a que está compuesto de cerca de 80% de agua, por lo que de alguna manera, la luna podría afectar a las moléculas del sistema nervioso. Pero existen varias razones por las que ese argumento no podría ser considerado como válido: El efecto gravitacional de la luna es más potente durante las lunas nuevas (invisibles para nosotros), que durante la luna llena. Además esa influencia se dá en cuerpos de agua grandes como los oceanos y lagos. Y los efectos gravitacionales son muy pequeños para llegar a generar un efecto significativo en nuestra actividad cerebral o comportamiento.



Luz de luna


Algunos investigadores han argumentado que el efecto Transilvania podría estar relacionado con una privación del sueño debido a la luz de la luna llena, lo que podría ocasionar manía y cambios en el estado de ánimo. Pero en la época moderna la luz de la luna se ha visto opacada por la luz artifical que ilumina nuestras calles.


Investigaciones fallidas

Este fenómeno ha sido objeto de estudio por muchos investigadores, y de vez en cuando algunos de estos estudios muestran correlación con la influencia de la luna, pero se ha observado que muchos de esos estudios fallaron en tomar en consideración cosas básicas. Por ejemplo, diversos estudios concluyeron que existía una correlación entre el número de accidentes automovilísticos, suicidios y crímenes con la luna llena, pero a estos investigadores se les olvidó observar el calendario y darse cuenta de que la mayoría de esos días de luna llena caían en fines de semana o en días festivos, cuando de todas maneras siempre tenemos ese tipo de problemas.

Entonces, si la evidencia sugiere que la luna no tiene efectos en el comportamiento humano ¿Porqué persiste esa idea?. Esto puede deberse a que las personas recuerdan y asocian con más facilidad sus creencias populares con lo que les aconteció. Así, un policía o un médico puede mirar a través de la ventana y darse cuenta que hay luna llena, entonces asocian ese fenómeno con la carga de trabajo que tuvieron esa noche, pero en cambio, si la luna está en otra fase nadie recordará o asociará la pesada jornada de trabajo con la luna.

Pero aún así existen personas que aseguran padecer los estragos de la luna llena, y debido a que los estudios realizados hasta el momento se enfocan en la población en general, quizá esta minoría haya pasado desapercibida. Quizá el camino a seguir es estudiar a las personas que se declaran afectadas y uno nunca sabe, quizá despues de todo la luna llena sí sea capaz de “sacar el lado salvaje” de algunos humanos.

Ahhh por cierto, tome sus precauciones, ya que mañana martes 9 de septiembre se llevará a cabo la tercera y última “super luna” del año, donde se podrá observar a la luna con un brillo de más del 30% de lo habitual.

Fuentes:

1. Owens M, and McGowan W. 2006. Madness and the Moon: The lunar Cycle and Psycopathology. German Journal of Psychiatry 123-127.

2. Zimecki, M. 2006. The lunar cycle: effects on human and animal behavior and physiology. Postephy Hig Med Dosw 60: 1-7.


Publicado en la edición semanal de El Comentario  
Lunes 8 de septiembre de 2014 
Número 176, páginas 14-15


Fotografías:

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2. photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/mikelju/12318982135/">focalcero.com</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>


3. photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/9422878@N08/9349657996/">Bill Gracey</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>


4. photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/alvy/409757168/">Alvy</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">cc</a>


5. photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/imagina/8330137858/">mmeida</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>






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