lunes, 27 de enero de 2014

¿Están las abejas perdiendo su rumbo?


Por: María G. Velarde Aguilar y Gilda Y. Andrade Michel


En un solo día, una abeja visita cientos, en ocasiones miles, de flores buscando néctar y polen. Después, emprende el camino de regreso a su colmena para decirle a las otras abejas donde están las flores, a través de lo que se conoce como danza de la abeja. La capacidad de aprender fácilmente, recordar y comunicarse unas con otras, las ha hecho unas muy eficientes recolectoras a lo largo de miles de años.






Pero actualmente, existe un extraño fenómeno que provoca la pérdida de estas capacidades, y está propiciando la desaparición de muchas colmenas alrededor del mundo. Hablamos del llamado colapso de colonia (Colony Colapse Disorder, CCD), y consiste en que las abejas que van a buscar alimento ya no regresan, lo que provoca que sus compañeras que cuidan el nido, la reina y los zánganos mueran en poco tiempo al prescindir del alimento que las obreras les traían. No se sabe qué ocurre con esas abejas, ni a donde se dirigen, pero seguramente también mueren fuera del panal.


¿Desde cuando existe?

Aunque ya había reportes de desapariciones de abejas desde el siglo XIX, se le da el nombre de CCD al fenómeno que comenzó en el 2006, cuando un grupo de apicultores de Florida, en Estados Unidos, se dieron cuenta que sus colmenas se estaban quedando vacías.

A partir del 2007, se reportaron casos similares en Bégica, Francia, Holanda, Grecia, Italia, Portugal y España. Dos años después Irlanda del Norte notificó que habían tenido descensos superiores al 50%.

La diferencia de éste fenómeno en comparación con las desapariciones anteriores es que las poblaciones de abejas se recuperaban tras una disminución del 25-30%, y en el CCD hay un impacto tal en las poblaciones que casi desaparecen completamente.

¿Qué ocasiona el colapso de colonias?

Investigación sobre el CCD
Las causas del colapso de colonias de abejas es un completo misterio y tampoco se sabe si está o no relacionado con las desapariciones anteriores. Algunas hipótesis que los científicos y apicultores mencionan sobre el posible origen del CCD van desde factores biológicos, como los ácaros, virus, bacterias y hongos; agentes físicos como radiaciones ultravioleta, calentamiento global o radiactividad; e incluso frecuencias de los celulares y plantas genéticamente modificadas.

Sin embargo, una de las hipótesis más sustentada experimentalmente es la de los insecticidas y fungicidas. Los cuales pueden alterar entre otras cosas, la ovoposición, la orientación, la alimentación, el aprendizaje, la memoria y el sistema inmune.

Una vez que se ha afectado el sistema inmune de las abejas al consumir polen contaminado con toxinas, éstas son hasta tres veces mas suceptibles a infectarse con distintos patógenos, entre los que se encuentra el hongo Nosema spp., el cual se ha demostrado que puede colapsar totalmente a las colonias.

No se sabe con certeza qué pesticidas sean los que afecten a las abejas, pero definitivamente se tienen que replantear las prácticas agrícolas alrededor del mundo para evitar que esta catástrofe se siga extendiendo.

¿Porqué preocuparse por las abejas?

La polinización de las plantas es la responsable de la existencia de casi un tercio de los alimentos que comemos y tiene un impacto similar en el alimento de los animales, por lo que cualquier alteración provocaría un daño irreversible en la sociedad humana. Tal es la magnitud de este fenómeno que algunos científicos lo ha equiparado con el cambio climático global en su punto más crítico.

No hay que esperar mucho tiempo para ver las consecuencias de este fenómeno, en el suroeste de China, donde las abejas silvestres ya han sido erradicadas, hay sembradíos de manzanas y peras que dependen exclusivamente de la polinización manual.

Pero si tuvieramos que polinizar a mano todos los alimentos que consumimos, no habría suficientes humanos en el planeta para realizar esta labor y tampoco suficiente dinero para pagarlo, sólo basta con saber que el trabajo de las abejas está calculado a nivel mundial en la enorme e impagable cantidad de 215 mil millones de dólares.


Si las abejas desaparecieran, habría un decremento de hasta 52% de los productos que encontramos comunmente en los supermercados, imagínese tener que vivir únicamente con los cultivos polinizados por viento como el trigo, cebada, maíz, y nunca más saborear los delicosos brócolis, coliflores, zanahorias, aguacates, limones, limas, mangos, cebollas, manzanas, melón, pepinos, berenjenas, frambuesas y mucho más.

Las abejas y otros polinizadores nos han polinizado gratis nuestros alimentos por siglos y lo seguirán haciendo si encontramos la manera de convivir armónicamente con ellas.


Publicado en la edición semanal de El Comentario  
lunes 27 de enero de 2014 
Número 150, página 12-13 



Fuente:

Garza-Almarza, V. 2007. Colapso de las colonias de abejas (Colony Colapse Disorderm CCD). Observatorio ambiental del Colegio de Chihuahua 1: 1-7 

Fotografías:

1. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/rufino_uribe/364727678/">ruurmo</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/">cc</a>

2. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/calafellvalo/2860952642/">calafellvalo</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">cc</a>

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4. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/jingleslenobel/6104076806/">Johan J.Ingles-Le Nobel</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/">cc</a>

5. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/gennaropascale/2609192679/">FOTÓGRAFO - DISEÑADOR GRÁFICO</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>

6. http://www.wholefoodsmarket.com/sharethebuzz


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lunes, 13 de enero de 2014

¿Ritmos circadianos?

Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde Aguilar


Te has preguntado ¿Por qué las aves migran en ciertas épocas del año? ¿Por qué algunas plantas como el girasol se mueven conforme transcurre el día/noche? ¿Cómo reaccionaría tu cuerpo si pasas menos horas luz? ¿Es necesaria la luz para nuestras actividades cotidianas?

Puesto que acaban de concluir las fiestas decembrinas y como nuestros lectores son muy observadores, seguramente notaron el aumento en la luminosidad artificial por la época, las lucecitas navideñas, los pinos decorados y los momentos de afecto con los amigos o familia y los regalos, pero, ¿tiene esto algo que ver con alguna reacción en nuestro organismo? Por qué no se celebra la navidad en verano (a excepción de algunos países). Pues existe una teoría sobre esta necesidad de “navidad” a nivel biológico, y todo se relaciona con un fenómeno llamado ciclo circadiano o ritmo circadiano.


¿Qué es un ritmo circadiano?
La palabra significa circa, cerca y diano, día y estos ciclos o ritmos, nos permiten coordinar las actividades internas a la mayoría de los organismos con los factores ambientales cotidianos, son además, endógenos (que se producen dentro de nuestro cuerpo), esto quiere decir que la respuesta al día/noche es constante a pesar de los factores externos ambientales se llevan a cabo durante la rotación de la Tierra. Las horas luz son el agente sincronizante de estos ritmos circadianos. Y una explicación a la navidad en relación con estos ciclos, es que en los países nórdicos, en los que hay menos horas luz con inviernos marcados, existen menos secreciones de ciertas hormonas que pueden causar distintas conductas en nuestros organismos.

¿Está relacionada la exposición a la luz con la producción de hormonas?
Cuando hablamos de hormonas las asociamos a “cosa de mujeres”, pues mi estimado lector/lectora, los organismos producimos una variada cantidad de hormonas, y el tiempo en que lo hacemos en ocasiones depende de la exposición a la luz, por ejemplo, en 1972 se describió el efecto de la melatonina al observarse cómo se comienza a segregar en nuestro organismo conforme va oscureciendo, así que esta hormona reacciona provocando aletargamiento en nuestro cuerpo preparándolo para el período de descanso, entonces, una posible explicación del exceso de lucecitas navideñas y ambiente de armonía y todo eso  en países en los que no hay tantas horas luz, es por causa de esta hormona.

El sistema circadiano está formado por un “reloj biológico” el cual sirve para generar una oscilación que emplean los animales para medir el tiempo, sin contar con factores ambientales externos. En los mamíferos este “reloj biológico” tiene un espacio físico en el cerebro: son los núcleos supraquiasmáticos. En ese 1972 también se descubrió que la luz ambiental entra a los núcleos supraquiasmáticos por vía retinohipotalámica, en la base del cerebro, para poder sincronizar el ciclo de luz ambiental.

Los ritmos biológicos más evidentes son los conductuales, hormonales, sueño-vigilia y responden a distintas señales del entorno, y se sincronizan con los fenómenos geofísicos como ciclos de las mareas, fases lunares, cambios estacionales, ciclos anuales. Todo esto sugiere una respuesta metabólica de las especies de modo individual o social. Por ejemplo, animales nocturnos como el ratón, el mapache o el búho secretan hormonas y enzimas digestivas en dependencia de su actividad motora nocturna, desfasada por completo a los que presentan animales diurnos como las abejas o los caballos.

Existen otro tipo de sustancias químicas que provocan conductas afectivas para este horario de invierno, como un neurotransmisor (sustancia química con la que se comunican las neuronas) llamado serotonina que provoca una sensación de felicidad y su producción está asociada al consumo de triptófano, un aminoácido que no produce el cuerpo pero que lo podemos encontrar en frutas como plátanos o en leguminosas y maíz; este neurotransmisor puede contribuir a la producción de hormonas como la melatonina, además de regular otros procesos conductuales.

Te invitamos a que le eches un ojo a tu reloj biológico y tus procesos de sueño que son muy importantes para nuestra supervivencia y buena calidad de vida, frena un poco y reflexiona en estos tiempos en los que se escucha mucho ese “el día no me alcanza para mis actividades”, recuerda que las horas-sueño son importantes para nuestro rendimiento intelectual cotidiano.

Si quieres saber algo más sobre este fenómeno visita:
https://www.youtube.com/watch?v=ASC4nxTZ80E (Cronobiología por Diego Golombek).

Publicado en la edición semanal de El Comentario  
Lunes 13 de enero de 2014
Número 148, páginas 24 y 25

Fuentes:

Créditos: 
Persona con almohada: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/59632563@N04/6480297645">Sad man holding pillow</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">(license)</a>


Mapache en la noche:
photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/81744358@N00/3361947148">Raccoon</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">(license)</a>

girasol: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/65573804@N03/23997422739">Sunflowers</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">(license)</a>

árbol de navidad: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/82256086@N00/23763937426">My Christmas Tree</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">(license)</a>


Comentarios o sugerencias escríbenos a: buzon.pregunton@gmail.com