Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde
Aguilar
Te
has preguntado ¿Por qué las aves migran en ciertas épocas del año? ¿Por qué
algunas plantas como el girasol se mueven conforme transcurre el día/noche?
¿Cómo reaccionaría tu cuerpo si pasas menos horas luz? ¿Es necesaria la luz
para nuestras actividades cotidianas?
Puesto
que acaban de concluir las fiestas decembrinas y como nuestros lectores son muy
observadores, seguramente notaron el aumento en la luminosidad artificial por
la época, las lucecitas navideñas, los pinos decorados y los momentos de afecto
con los amigos o familia y los regalos, pero, ¿tiene esto algo que ver con
alguna reacción en nuestro organismo? Por qué no se celebra la navidad en
verano (a excepción de algunos países). Pues existe una teoría sobre esta
necesidad de “navidad” a nivel biológico, y todo se relaciona con un fenómeno
llamado ciclo circadiano o ritmo circadiano.
¿Qué es un ritmo circadiano?
La
palabra significa circa, cerca y diano, día y estos ciclos o ritmos, nos
permiten coordinar las actividades internas a la mayoría de los organismos con
los factores ambientales cotidianos, son además, endógenos (que se producen
dentro de nuestro cuerpo), esto quiere decir que la respuesta al día/noche es
constante a pesar de los factores externos ambientales se llevan a cabo durante
la rotación de la Tierra. Las horas luz son el agente sincronizante de estos
ritmos circadianos. Y una explicación a la navidad en relación con estos
ciclos, es que en los países nórdicos, en los que hay menos horas luz con
inviernos marcados, existen menos secreciones de ciertas hormonas que pueden
causar distintas conductas en nuestros organismos.
¿Está relacionada la exposición a la
luz con la producción de hormonas?
Cuando
hablamos de hormonas las asociamos a “cosa de mujeres”, pues mi estimado lector/lectora,
los organismos producimos una variada cantidad de hormonas, y el tiempo en que
lo hacemos en ocasiones depende de la exposición a la luz, por ejemplo, en 1972
se describió el efecto de la melatonina al observarse cómo se comienza a
segregar en nuestro organismo conforme va oscureciendo, así que esta hormona
reacciona provocando aletargamiento en nuestro cuerpo preparándolo para el
período de descanso, entonces, una posible explicación del exceso de lucecitas
navideñas y ambiente de armonía y todo eso
en países en los que no hay tantas horas luz, es por causa de esta
hormona.
El
sistema circadiano está formado por un “reloj biológico” el cual sirve para
generar una oscilación que emplean los animales para medir el tiempo, sin
contar con factores ambientales externos. En los mamíferos este “reloj
biológico” tiene un espacio físico en el cerebro: son los núcleos
supraquiasmáticos. En ese 1972 también se descubrió que la luz ambiental entra
a los núcleos supraquiasmáticos por vía retinohipotalámica, en la base del
cerebro, para poder sincronizar el ciclo de luz ambiental.
Los
ritmos biológicos más evidentes son los conductuales, hormonales, sueño-vigilia
y responden a distintas señales del entorno, y se sincronizan con los fenómenos
geofísicos como ciclos de las mareas, fases lunares, cambios estacionales,
ciclos anuales. Todo esto sugiere una respuesta metabólica de las especies de
modo individual o social. Por ejemplo, animales nocturnos como el ratón, el
mapache o el búho secretan hormonas y enzimas digestivas en dependencia de su
actividad motora nocturna, desfasada por completo a los que presentan animales
diurnos como las abejas o los caballos.
Existen
otro tipo de sustancias químicas que provocan conductas afectivas para este
horario de invierno, como un neurotransmisor (sustancia química con la que se
comunican las neuronas) llamado serotonina que provoca una sensación de
felicidad y su producción está asociada al consumo de triptófano, un aminoácido
que no produce el cuerpo pero que lo podemos encontrar en frutas como plátanos
o en leguminosas y maíz; este neurotransmisor puede contribuir a la producción
de hormonas como la melatonina, además de regular otros procesos conductuales.
Te
invitamos a que le eches un ojo a tu reloj biológico y tus procesos de sueño
que son muy importantes para nuestra supervivencia y buena calidad de vida,
frena un poco y reflexiona en estos tiempos en los que se escucha mucho ese “el
día no me alcanza para mis actividades”, recuerda que las horas-sueño son
importantes para nuestro rendimiento intelectual cotidiano.
Si
quieres saber algo más sobre este fenómeno visita:
https://www.youtube.com/watch?v=ASC4nxTZ80E
(Cronobiología por Diego Golombek).
Publicado en
la edición semanal de El Comentario
Lunes 13 de enero de 2014
Número 148,
páginas 24 y 25
Fuentes:
Créditos:
Persona con almohada: photo credit: <a
href="http://www.flickr.com/photos/59632563@N04/6480297645">Sad
man holding pillow</a> via <a
href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">(license)</a>
Mapache en la noche:
photo credit: <a
href="http://www.flickr.com/photos/81744358@N00/3361947148">Raccoon</a>
via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a
href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">(license)</a>
girasol: photo credit: <a
href="http://www.flickr.com/photos/65573804@N03/23997422739">Sunflowers</a>
via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a
href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">(license)</a>
árbol de navidad: photo credit: <a
href="http://www.flickr.com/photos/82256086@N00/23763937426">My
Christmas Tree</a> via <a
href="http://photopin.com">photopin</a> <a
href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">(license)</a>
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