lunes, 26 de mayo de 2014

El lado social de la Biología


Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde Aguilar

¿Te ha pasado que en ocasiones te sientes tan solo que no consideras que en tu cuerpo tienes otros seres? Así es, en nuestro cuerpo conviven lombrices, bacterias, hongos, etc. y todos ellos revolotean felizmente haciéndote compañía. Pero no te agobies; pues si analizas con detalle las interacciones (entre organismos) que se llevan a cabo dentro de tu cuerpo (ya sean positivas o negativas), en términos generales concluimos que éstas lo hacen funcionar de manera adecuada, aunque algunas veces nos pueden hacen pasar un mal rato…

Si bien Aristóteles definió a nuestra especie como Zóon politikon, es decir, que somos animales sociales y necesitamos de otros de nuestra especie para sobrevivir; ahora sabemos que no sólo necesitamos interactuar con otros humanos, sino que también con un complejo de organismos que forman redes de interacciones, y que son muy importantes para el funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestro medio ambiente. Todas y cada una de las especies tiene determinada conducta que favorece o perjudica a otra, por eso es tan interesante la manera en que convivimos con nuestro entorno.

Vámonos por partes
Comenzamos mencionando que de manera general existen dos tipos de interacciones entre especies en un ecosistema: las intraespecíficas y las interespecíficas. Las primeras se dan entre organismos de la misma especie, por ejemplo las relaciones entre los progenitores y su descendencia o parientes cercanos que pueden durar períodos largos de tiempo, y sirven por ejemplo para ayudarse en la tarea de búsqueda de alimento y protección a su grupo. Tal es el caso de los elefantes, las aves migratorias que se trasladan juntas, las asociaciones entre abejas o también las que se llevan a cabo entre hormigas.

Las interespecíficas son las relaciones que se llevan a cabo directa o indirectamente entre individuos de diferentes especies como veremos a continuación, existen formas negativas y positivas de este tipo de interacción.

El lado “oscuro” de las relaciones interespecíficas
¿Te suena la canción “eres un para, un parásito…”? Pues te presentamos las relaciones catalogadas como negativas, dentro de las cuales mencionamos el amensalismo, parasitismo, la depredación y la competencia.

Iniciaremos con el amensalismo, que se caracteriza por ser perjudicial para un organismo, mientras que al otro no le causa alteraciones, es una asociación “neutra” por ejemplo algunas hierbas que viven a la sombra de enormes árboles de la espesa selva amazónica y no alcanzan un rayito de luz para crecer, son perjudicadas por  las que dominan las alturas (que disfrutan del sol y crecen “a sus anchas”).

En el parasitismo (de los más conocidos), el parásito es el que tiene más ventaja en la relación, y perjudica al huésped sin aportar alguna ventaja por su estancia en éste (aunque en ocasiones indirectamente sí podrían proveer ciertos beneficios, como los que presentamos en el No. 158); existen muchos ejemplos, pero en este caso dejamos los más comunes como las garrapatas en perros, las solitarias en humanos, las pulgas, piojos…

En cuanto a la depredación y la competencia existe un mundo de ejemplos, aunque desde un punto de vista antropocéntrico, somos los humanos los que tienen ventaja, en la mayoría de los casos, sobre otras especies.

Llevando la fiesta en paz
No sólo contamos con el lado oscuro de las relaciones interespecíficas, también contamos con el “lado positivo” dentro de esta categoría encontramos el comensalismo, mutualismo y, seguramente te resulte conocida la “simbiosis”. Esta palabra abunda hoy en día en los comerciales, su origen es griego y significa básicamente -vivir juntos-, se refiere a una cercana y prolongada asociación entre dos o más organismos de diferentes especies los cuales se benefician uno del otro.
Por ejemplo la asociación entre una salamandra moteada (Ambystoma maculatum) y un alga (Oophila amblystomatis), es un caso de simbiosis muy particular: el alga aparece de generación en generación en estas salamandras observándose en los embriones, le da consistencia y protección a los embriones de la salamandra; y se alimenta de los desechos nitrogenados que liberan éstos, el servicio que reciben los embriones a cambio es la oxigenación interna, hasta el momento de eclosionar.

Ahora abordaremos el mutualismo, una relación en la que dos individuos de diferentes especies se benefician, por ejemplo en la polinización, las flores usando sus olores y colores atraen a sus polinizadores (insectos, murciélagos…) para que éstos faciliten su reproducción, y los polinizadores a su vez, se alimentan de lo que las flores le ofrecen. Existen casos particulares e interesantes donde esta relación dura cientos de años y la interacción flor-polinizador es tan específica, que la flor no puede ser polinizada por otro organismo, por ejemplo los ficus y sus avispas polinizadoras, que al parecer han coevolucionado desde hace 60 millones de años, ¡eso sí es fidelidad!.

 Otro ejemplo de mutualismo es el que llevan a cabo las anémonas con el pez payaso, ya que éste último no resulta afectado por las toxinas de las anémonas, esto le permite vivir dentro de ellas y protegerse de depredadores, el pez payaso le regresa el favor alimentándose de los pequeños depredadores de los que las anémonas no se pueden defender.

Por último y no menos importante, te presentamos al Comensalismo: la relación en la que sólo una de las partes involucradas se beneficia, pero no perjudica a la otra, por ejemplo los animales carroñeros que siguen a los cazadores para alimentarse de sus sobras. Uno de los ejemplos más famosos es el de las rémoras, los peces que se adhieren a la superficie de tiburones, ballenas, tortugas para transportarse y para alimentarse de los restos de comida.


Te invitamos a que reflexiones sobre el rol que juegas en tu medio ambiente y a que tengas siempre en mente que cada organismo por pequeño o grande que sea, tiene un propósito en el flujo de energía dentro del ecosistema, y su presencia en ocasiones está comprometida por la perturbación de hábitats.

Publicado en la edición semanal de El Comentario  
Lunes 26 de mayo de 2014 
Número 164, páginas 16 a 18


Fuentes:
http://www.revista.unam.mx/vol.13/num7/art71/art71.pdf
http://www.ojocientifico.com/3578/que-es-y-cuales-son-las-relaciones-simbioticas

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lunes, 12 de mayo de 2014

Tecnología que roba el sueño


Por: María G. Velarde Aguilar y Gilda Y. Andrade Michel


Hace unos cuantos años era muy común ir a la cama acompañados de un buen libro, después de algunas o muchas páginas, dependiendo de lo interesante de la lectura, lograbamos conciliar un placido sueño, e incluso era una de los métodos por excelencia para hacer dormir a los niños.



Pero esos hábitos cada vez van desapareciendo debido a la llegada de nuevas tecnologías, ya que el papel ha sido sustituido por pantallas electrónicas, así que ahora antes de dormir solemos tomar nuestros teléfonos móviles, computadoras y tabletas para revisar nuestras redes sociales, jugar, enviar e-mails, observar videos, etc. Esto es bastante inofensivo en apariencia, pero detrás de estos hábitos se esconde un padecimiento de reciente aparición que afecta la calidad de vida de miles de personas alrededor del mundo, es el llamado insomnio tecnológico.

Este padecimiento se basa en la dificultad de iniciar y mantener el sueño, debido a un excesivo e inapropiado uso de nuevas tecnologías, que afecta no sólo a los adultos, sino también a los niños y adolescentes.

Esto se ha convertido en un problema social debido a la disminución en el rendimiento académico o laboral, ya que está relacionado con un mayor ausentismo e incremento de accidentes laborales y domésticos. El insomnio incluso puede derivar en alteraciones psiquiátricas como la depresión, ansiedad y abuso de alcohol, las cuales están asociadas con un mayor riesgo de suicidio.

El insomnio derivado del uso de tecnologías se debe a que nuestros ciclos de sueño están gobernados por la luz, la cual entra a nuestro cuerpo a través de la retina, para viajar a una parte de nuestro cerebro llamado el núcleo supraquiasmático, el cual regula los ritmos circadianos (Ver Comentario Semanal No. 148), mediante la estimulación de la secreción de melatonina, misma que es baja durante el día y aumenta durante la noche.


Nuestro cerebro responde a cuatro aspectos de la luz; la intensidad; sincronización, longitud de onda y duración. Estos aspectos coinciden con los ciclos del día y la noche, desde luego siempre y cuando la tecnología no interfiera.


Es por ello que a continuación proporcionamos tres tips de la Dra. Kathryn Smith, miembro de la APS College of Clinical Psychologists, que podrían resultar bastante utiles para evitar que la luz artificial de nuestros aparatos afecte nuestro sueño:


1. Evite usar cualquier aparato de 1 a 2 horas antes de dormir y definitivamente no los use en la cama. Las computadoras (mucho más que la televisión), emiten una luz fuerte que contiene una longitud de onda azul/verde, algunos estudios revelan que si se expone a los ojos a este tipo de luz existe un retraso en la conciliación del sueño. La luz con longitud de onda ambar/roja no retrasa el sueño.

2. Disminuya la luz azul/verde. Si necesita utilizar su celular o computadora momentos antes de dormir, existen pantallas adheribles ambar para computadoras o teléfonos touch, o bien puede utilizar gafas de seguridad con lentes ambar que dan el mismo resultado.

3. Reducir la somnolencia durante el día. Al contrario de lo que se explicaba anteriormente, la mejor manera de curar la sonmolencia es exponerse a luz brillante del dia, particularmente verde/azul, esto se puede lograr al exponerse durante 45 minutos a la luz brillante de la mañana, o bien utilizando lentes que producen luz verde/azul libre de rayos UV que llegan directamente a su retina, por lo que su cuerpo aprenderá a reconocer cuando estar despierto y cuando dormido.

Si usted ha asociado sus problemas de sueño con el uso de aparatos antes de dormir, bien valdría hacer el esfuerzo para mejorar su sueño, pero si sus problemas persisten siempre es recomendable acudir con un experto.


Publicado en la edición semanal de El Comentario  
lunes 12 de mayo de 2014 
Número 162, página 16-17 

Referencias:

1. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120831_tecnologia_electronicos_insomnio_aa.shtml
2.http://psychologyconsultants.wordpress.com/2013/11/06/show-me-the-light-insomnia-and-technology/

Fotografías:

1. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/gtps/6173982019/">Alejandro Castro</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/">cc</a>


2. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/annagaycoan/3809284500/">Loca Luna / Anna Gay</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>

3. photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/gamikun/6227263043/">Gamaliel Espinoza Macedo</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">cc</a>


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