Científicos: ¿seres diferentes?
En la mayoría
de los casos, la idea que se ha creado en la sociedad es moldeada por los
medios de comunicación, principalmente por la industria cinematográfica, que
haciendo uso de uno de los géneros literarios más interesantes, la ciencia
ficción, recrea en nuestra mente el estereotipo del científico: un hombrecillo
(sí, varón generalmente) delgado, ojeroso, despeinado, con una bata blanca, hablando
solamente con tecnicismos, desaliñado, extremadamente inteligente, tanto que no
parece mortal, a veces es una figura malévola y en pocas ocasiones gasta su
vida en encontrar una cura para alguna enfermedad, a grandes rasgos, esa es la
versión de esta industria de palomitas.
La realidad
es que los científicos, o investigadores, son personas de este planeta, comunes
y corrientes, que viven sus vidas casi tan cotidianamente como todos nosotros,
tienen familia, mascotas, bailan, salen a caminar a la playa etc., pero si los
conocemos más a profundidad un rasgo característico es que su mente siempre se
encuentra preguntándose el porqué de las cosas, investiga, observa similitudes
y diferencias de lo que puede apreciar a su alrededor, aún hasta de las cosas
más simples.
¿Qué tanto sabemos los mexicanos de ciencia?
Pero, ¿Qué
tanto saben las personas acerca de las investigaciones que realizan los
científicos? Para conocer la
percepción que tienen los mexicanos acerca de varios temas de ciencia,
consultamos informes generales donde el SIICYT (Sistema Integrado de
información sobre Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e
Innovación), hace encuestas sobre diferentes preguntas a sectores de la
población por rango de edad, en este caso escogimos a un grupo entre 18 y 29
años.
Las preguntas
que más nos llamaron la atención son: ¿Los seres humanos de hoy se desarrollaron a partir de
la evolución de otras especies animales? El 26.6% de los encuestados respondió
falso, el 66.03%, verdadero y el 7.37% no sabe. A la pregunta ¿Los electrones
son más pequeños que los átomos? El 50.41% respondió cierto, el 26.8% respondió
falso y el 22.79% no sabía. Para la pregunta, ¿el consumo frecuente de
alimentos genéticamente modificados puede ser dañino para la salud?, 41.71%
respondieron cierto, 42.89% falso y 7.4% no sabe.
Pero, ¿para qué sirve saber qué piensa la sociedad
del trabajo científico?
Entre otras
cosas para evaluar el nivel de conocimiento adquirido a partir de eventos o
representaciones sociales; las personas construimos una realidad común basándonos
en la información que tenemos disponible sobre una cosa, un objeto o un
fenómeno, aunque el hecho de desmenuzarlo, repetirlo, construirlo y
reconstruirlo, retocarlo para asimilarlo y que forme parte de nuestro marco de
referencias, es decir, hacerlo de dominio “familiar”, implica mucho trabajo que
muchas veces no es reconocido, por el simple hecho de que nuestro entorno
social no se comprende que todo este proceso complejo tiene cierto nivel de
dificultad, en otras palabras también tiene su chiste trabajar como científico.
¿Cuál es la verdadera labor de un científico?
Un maestro
tiene habilidad para enseñar, para formar ciudadanos ejemplares con educación,
un médico puede salvar vidas, un agricultor tiene la capacidad para producir alimentos,
asimismo alguien con formación en Ciencias como Física, Química, Matemáticas,
Biología, Arqueología, Antropología, Astronomía, tiene como objetivo contribuir
a la resolución de los problemas de la sociedad, de su país, del mundo; es una
persona sensible de la problemática de su entorno y es visionaria, que siente
la necesidad de aclarar cada duda que surge en el proceso del aprendizaje, de
la forma en que funciona la naturaleza, el hombre, el entorno… Proveedor de
información básica para el conocimiento universal.
En nuestro
país existen varios tipos de personas dedicadas a la ciencia, en diferentes
disciplinas, pero la cantidad de personas inmersas en la ciencia directamente,
es poca comparada con otras profesiones y también con otros países. Para el
2009 México contaba con un total de 25,392 científicos, lo que se traduce en
sólo 0.7 investigadores por cada mil personas económicamente activas. Lo cual
contrasta con los 48, 781 investigadores con los que cuenta Brasil, los 90, 810
de Canadá y ni qué decir del 1.39 millones que tiene USA y los 1.22 millones en
China, sin duda las potencias mundiales saben que el conocimiento es poder.
La ciencia en los tiempos del fútbol
Hablando de
los científicos brasileños, el pasado 12 de junio de este año, en el estadio
Arena Corinthians de Sao Paulo, Brasil, los científicos (el equipo de trabajo
incluye científicos de varios países), quisieron mostrarle al mundo uno de sus
avances más importantes: un exoesqueleto que le permitirá a parapléjicos tener
movilidad, dicha presentación tuvo una corta duración en la ceremonia inaugural
del mundial (hecho que le costó el trabajo al director de cámaras), no se sabe
qué fue lo que opacó este momento glorioso para la ciencia, se sospecha que el
peso del exoesqueleto y otros factores ambientales que no fueron previstos
intervinieron en el evento, pese a todo, el voluntario para usar el
exoesqueleto (ex atleta Juliano Pinto que quedó parapléjico por un accidente en
2006 acompañado por el Dr. Miguel Nicolelis líder del proyecto), a un lado de
la cancha y con ayuda de dos personas para sostenerse, dio la tan esperada
“patada inaugural”. Acontecimientos como este, dan a la sociedad una visión más
cercana a la realidad cotidiana del quehacer científico, que se conjugue
deporte con ciencia y tecnología en un espacio con una exorbitante audiencia,
merece una ovación.
Publicado en la edición semanal de El Comentario
Lunes 23 de junio de 2014
Número 168, páginas 16 y 17
Fuentes:
1. Ruiz-Ortiz, B. 2014. Los
Científicos desde la ciencia ficción de Hollywood. Revista de la Sociedad
Mexicana de las Ciencias.
2. Jara-Guerrero, S. y
Torres-Melgoza, J. 2011. Percepción social de la ciencia: ¿utopía o distopía?.
Revista iberoamericana de ciencia y tecnología. 6 (17): 57-76.
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