lunes, 9 de marzo de 2015

¿Extinción masiva en nuestros tiempos?

Por: María G. Velarde Aguilar y Gilda Y. Andrade Michel


La vida como la conocemos hoy en día es el resultado de muchos cambios que han ocurrido desde que el primer ser vivo apareció en la Tierra. Entre estos cambios se encuentra la aparición y desaparición de especies, y se ha calculado que la tasa de extinción natural en condiciones “ideales” es de una especie por cada millón por cada año, seguida de la aparición de especies que de cierta manera reemplazan a las perdidas.

Pero eventualmente ocurren extinciones a gran escala, seguidas de una recuperación lenta conforme las nuevas especies surgen y pueblan de nuevo la Tierra; estas extinciones han sido tan masivas que se estima que el 90% de las especies que han habitado el planeta se encuentran actualmente extintas. Hasta donde sabemos estos eventos ha ocurrido en cinco ocasiones, en las cuales perdimos por ejemplo a los carismáticos dinosaurios, los tigres dientes de sable, mamuts y ammonites.


Tigre de tasmania, especie extinta. Fotografía tomada en el Zoológico Nacional de Washington en 1904.

Sin embargo actualmente estamos viviendo lo que muchos científicos han calificado como la sexta extinción masiva, la cual a diferencia de las otras que ocurrieron debido principalmente a eventos climáticos o geológicos, está directamente relacionada con actividades propias de la especie Homo sapiens, es decir nosotros los humanos; dichas actividades incluyen la degradación del hábitat, sobreexplotación, tráfico ilegal de especies y contaminación.

Esto tiene en el borde de la extinción a uno de cada cuatro mamíferos conocidos, una de cada ocho aves, uno de cada tres anfibios, una de cada tres coníferas y otras gimnospermas. El resto de los organismos no se han analizado exhaustivamente pero se estima que el 40% de las especies del planeta están en peligro, incluyendo talvez el 51% de los reptiles, 52% de insectos y 73% de las plantas con flor.
 
Algunas investigaciones conservadoras estiman que la extinción actual ocurre 100 veces más rápido que la extinción natural, pero otros estudios mencionan que en realidad ocurre al impactante ritmo de 1,000 a 10,000 veces más rápido.

Calcular en número de especies es muy difícil, en parte debido a que no sabemos exactamente cuántas especies existen. Los científicos han identificado unos 1.9 millones, y posiblemente existan otros millones que no han sido descubiertas, entonces si le hacemos caso al estimado más bajo de extinciones actuales (100 veces), estaremos perdiendo entre 200 y 2,000 especies cada año, y si el estimado más alto tiene razón (1,000 veces), entonces se extinguirán entre 10,000 y 100,000 especies anualmente.

Sin importar quién tenga razón en los números, o qué tan exactas sean esas predicciones, lo que no podemos negar es que estamos en medio de una gran crisis de biodiversidad. La humanidad ha sido testigo de la desparición de especies emblemáticas como el dodo (Raphus cuculatus), el lobo de Tasmania (Tylacinus cynocephalus), el pingüino alca gigante (Pinguinus impennis) y la quagga (Equus quagga quagga), y existen otras 17,000 que están en riesgo de tener el mismo destino, de las cuales unas 7,000 son animales y 8,000 son plantas.


Lobo mexicano, especie declarada extinta en la naturaleza. Fotografía tomada en el Zoológico de Aragón, D. F.


En México existen más de 2,600 especies en riesgo, y también tenemos casos de extinciones como la foca monje del Caribe (Monachus tropicalis), el oso pardo (Ursus arctos horribilis), el lobo mexicano (Canis lupus baileyi) y la paloma de la isla del Socorro (Zenaida graysoni).

Ahora mismo existe una muy seria preocupación de perder una especie más dentro de los próximos dos años, se trata de la vaquita marina (Phocoena sinus), una especie de mamífero marino, que habita exclusivamente en el Golfo de California, se calcula que solamente existen 96 individuos y su mayor amenaza es que queda atrapada en redes de pesca, por lo que actualmente existe una iniciativa para utilizar otro tipo de métodos de pesca que no la afecten.

Vaquita marina, especie mexicana en crítico peligro de extinción.    


La desaparición de todas estas especies nos preocupa no solo porque nos privamos de su compañía y belleza, sino porque eso pone en riesgo nuestra propia existencia. Verá usted, todos los seres de este planeta estamos interconectados unos con otros dentro de los ecosistemas, en los cuales todas las especies tenemos nuestro rol y formamos así la red de la vida.

Los humanos le debemos todo a esa red, literalmente todo, el aire que respiramos, el alimento que comemos, los materiales con los que construimos nuestras casas, ropa, libros, computadoras, medicinas. Y otros muchos servicios que ni siquiera podemos imaginar que existan, en especies que no hemos identificado aún, como quizá la esperada cura contra el cáncer y ¿porqué no? quizá también la conservación de la juventud.

Publicado en la edición semanal de El Comentario  
lunes 9 de marzo de 2015 
Número 199, páginas 16-17 

Fuentes:

1. CONABIO, 2012. Disponible en: www.conabio.gob.mx.
2. WWF, 2015. Disponible en: wwf.panda.org.

Fotografías:

1. commons.wikimedia.org
2. bdi.conabio.gob.mx
3. bdi.conabio.gob.mx

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