lunes, 23 de febrero de 2015

Éxito reproductivo


Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde Aguilar




Aún estamos en el mes del amor y la amistad, incluso con unos cuantos gramos de más por la atascada de chocolates del pasado 14, pero a pesar de eso seguimos con los pasteles porque ahora nos toca recordar a un cumpleañero muy importante en el mundo de la Biología, el naturalista inglés Charles Darwin quien nació un 12 de febrero de 1809; a grandes rasgos propuso la teoría de la evolución a través de la selección natural. A parte de proponer esta herramienta de la evolución; también desarrolló la idea de “selección sexual”.


Tímida mírame

Darwin se dio cuenta que en el caso de algunas especies los machos eran más llamativos que las hembras, distinguiéndose de éstas gracias a una serie de adaptaciones adquiridas con el paso del tiempo, como ejemplo la presencia de cuernos grandes, plumajes vistosos, músculos desarrollados, etcétera.
Por otro lado, tomando en cuenta el factor “supervivencia de la especie”, lo que menos se necesita es llamar tanto la atención, porque uno nunca sabe, y los ojos de los depredadores pueden ser los primeros en ubicar al enamorado llamativo, y hasta ahí puede llegar su historia muriendo joven y sin haber amado, por consiguiente es alto el costo de la reproducción.


Empoderamiento femenino
A la hora de la elección de la pareja, después de melodiosas serenatas, agradables olores, bailes exóticos, regalos costosos, exhibición de preciosos plumajes, peleas cuerpo a cuerpo, las que deciden son las hembras, incluso cuando termina la cópula. Así como lo lees…


El que ríe al último, ríe mejor
Algunas especies no logran asegurar la fecundación después de la cópula, debido a que es posible que la hembra tenga otras cópulas y los gametos (células sexuales) del último macho logren su cometido. Para ello, ponemos de ejemplo a las libélulas, a las cuales unos científicos morbosos filmaron para observar el modo en que utilizan unas estructuras reproductivas que sirven  para retirar el semen del macho anterior, y así asegurarse de que sus gametos sean los últimos y tengan éxito reproductivo, muy hábiles ¿no crees?



Planificación familiar
En el caso de los insectos, a las abejas y hormigas les es posible guardar los espermas en unos órganos especiales durante mucho tiempo, incluso años, para después utilizarlos cuando los necesiten. Como dato curioso, las abejas reinas controlan la relación macho/hembra en la población, gracias a su selección interna, si los huevos son fecundados se obtienen hembras y los que no se fecundan dan origen a machos.


Para ahorrarse la prueba de ADN
Algunos roedores después de copular, se van tranquilos a dormir después de colocarle a la hembra un tipo de tapón, muy resistente, en la entrada del ducto reproductor, es una sustancia que se endurece con rapidez para bloquear la entrada a sanchos por un determinado período de tiempo.


Diferentes formas y tamaños de espermatozoides
No podemos evitar hablar de casos extraordinarios del mundo de los insectos, se dice que las moscas tienen los espermas más grandes del reino animal, con una longitud de flagelos (colas) de hasta 2 centímetros, y solo liberan dos o tres espermatozoides, a diferencia de los millones de pequeños espermas que colocan el resto de los animales (como punto de comparación los espermas humanos miden de 5 a 6 micras).

Por otro lado, la mayoría cuenta con el estilo “tradicional” una cabeza seguida de un largo flagelo, pero algunas especies cuentan con más de un flagelo, que les sirve para anclarse a los ductos reproductivos y luchar por colocar el material genético en la hembra.


Tomando en cuenta lo anterior el hecho de encontrar la hembra “ideal”, conseguir copular con ella y que se logre la fecundación  es un gasto energético muy grande y una misión compleja en la que muchos machos perecen y otros son desplazados en la competencia espermática dentro de la hembra; y pensar que esto se lleva a cabo todo el tiempo en la naturaleza, a nuestro alrededor como bien se dice del ciclo de la vida: nacer, crecer, reproducirse y morir.

Publicado en la edición semanal de El Comentario  
Lunes 23 de febrero de 2015
Número 197, páginas 24 y 25

Comentarios o sugerencias escríbenos a: buzon.pregunton@gmail.com

Fuentes:
Córdoba Aguilar, A. Ellos compiten, ellas eligen. ¿Cómo ves? Número 77. 10-14

Imágenes:
Imagen 1: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/38193766@N08/4461432999">Pavo Real</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">(license)</a>

Imagen 2: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/32350857@N03/3981845932">Love is in the air (II)</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/">(license)</a>

Imagen 3: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/51216897@N07/6408206789">tropical Signal fly ? - copula</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/">(license)</a>



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