Por
Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe Velarde Aguilar
En esta ocasión te invitamos a hacer un viaje en el
tiempo y asomarte a la prehistoria, hace cerca de 235 millones de años nomás,
cuando aparecieron unos seres enormes y poderosos que por “azares del destino” se
extinguieron pero han sido “revividos” en la pantalla grande y siguen dando de
qué hablar a sus 65 millones de años de desaparecidos de la faz de la Tierra,
¿quieres saber qué los hace tan especiales y famosos?
Recreando el
escenario
Imagina la Tierra hace millones de años, has de
saber mi estimado lector que no era tal y como la conocemos; en un principio la
tierra se encontraba toda unida y rodeada por agua, a este gran continente se
le conoció como Pangea, a lo largo de millones de años fue sufriendo cambios
causados por movimiento de placas tectónicas hasta poco a poco originar la
separación continental que tenemos en nuestros días.
En el reinado de los dinosaurios (que duró 160
millones de años) los continentes sólo eran dos: Laurasia y Gondwana; rodeados
por un inmenso mar y con un ambiente cálido y húmedo en su mayoría. En aquel
entonces los dinosaurios coexistieron con plantas como las cícadas (Semanario
de El Comentario Número 152) y animales como tortugas y cocodrilos que aparecieron
hace aproximadamente 220 a 260 millones de años.
Dinosaurios
en el mar, dinosaurios en el aire
Según los arqueólogos, los dinosaurios ((palabra de
origen griego que significa terrible lagarto (deinos: terrible y saurus:
lagarto)) fueron reptiles solamente terrestres y suelen confundirse con los
pterosaurios (los voladores) y con los plesiosauros, mosasaurios e ictiosaurios
que eran los acuáticos.
Tras la pista
de los dinos
Hoy en día gracias a los adelantos tecnológicos es
cada vez más accesible el estudio-descripción de alguna especie de la Tierra
actual, ahora si lo extrapolamos al estudio de la vida de hace millones de
años, aumenta su grado de complejidad, pues se trabaja con “huellas” del
pasado, algo como un “CSI prehistórico”, en el que los paleontólogos reconstruyen
escenarios, gracias a las pistas o fósiles que pueden encontrar, las analizan
meticulosamente hasta determinar con sólo una huella, si el animal estaba
cazando, migrando, caminando.
Para ser considerado “fósil” algún vestigio del
pasado debe tener más de 10 mil años de antigüedad pueden ser huesos, dientes,
pisadas, caparazones, huevos, el resto de un organismo o lo que el organismo
dejó.
Qué “lagarto”
tan grande
En un principio se creía que los dinosaurios estaban
emparentados con los reptiles, pero estudios
científicos recientes nos muestran que están más cercanos a las aves.
Una de las diferencias de los reptiles es que bajo la cadera se articulaban
las patas, esto les permitió la posición erguida; así que la próxima vez que
disfrutes un caldito de pollo, recuerda que tuvo parientes muy rudos.
Cine vs
evidencia científica
Mientras nuestra especie (Homo sapiens) apareció hace aproximadamente 100 mil años, los
dinosaurios ya se habían extinto… Quienes sí pudieron haber compartido planeta
en tiempo y espacio son nuestros parientes primates del cretácico (hace 65
millones de años) que tan solo eran unos pequeños mamíferos y gustaban de
revolotear en los árboles de las selvas tropicales eso sí, muy sigilosamente
para evitar confrontaciones con los depredadores.
¡Dinosaurios
en México!
Regresando un poco en el tiempo, nuestra República
Mexicana no siempre estuvo en su peculiar forma de zapatilla, en la era de los
dinosaurios, las partes que estaban como tierra descubierta de mar o con
regiones pantanosas y costeras eran Coahuila, Baja California, Tamaulipas,
Oaxaca, algunas partes de Michoacán y Sonora; a pesar de que la evidencia que tenemos son más
huellas que huesos, se tiene un vasto registro de especies de dinosaurios en
México.
Uno de los fósiles de dinosaurios más antiguos de
nuestro país fue encontrado en Tamaulipas con aproximadamente 180 millones de
años.
Primos del T. rex
Evidencia fósil muestra que en México hubo tiranosáuridos,
posiblemente un Gorgosaurus que habitó hace 72 millones de años en Sonora, Baja
California, Coahuila y Michoacán.
Raptores
Otro grupo de dinosaurios directos del salón de la
fama son los dromeosáuridos que se conocen como raptores, de estos las primeras
huellas encontradas en el mundo se descubrieron en Aguililla, Michoacán.
También en Michoacán se encontraron huellas de ornitomímidos dinosaurios
parecidos a las avestruces.
Picos de pato
Los dinosaurios más comúnmente encontrados en
territorio mexicano son los hadrosaurios o dinosaurios pico de pato; en Baja
California se encontró un hadrosaurio de más de 16 metros de largo (Lambeosaurus laticaudus).
Gigantes de
Puebla
En San Juan Raya, Puebla se encontraron los
dinosaurios más grandes de México: los saurópodos (dinosaurios herbívoros) de
cuello largo, la evidencia de este hallazgo son 35 metros de sus huellas con
forma redondeada de 30cm de largo por 60cm de ancho.
Reyes de los
cielos
Quienes acechaban desde las alturas y no eran
dinosaurios, sino pterosaurios (del griego ptero ala y sauros reptil, conocidos comúnmente como pterodáctilos) tuvieron
presencia en Cerro del Pueblo, Coahuila donde se encontraron huellas de aproximadamente
70 millones de años; antes de que existieran las aves estos eran los únicos
vertebrados voladores, se sabe que los hubo de 25 centímetros (Nemicolopterus
crypticus) hasta 15 metros (Quetzalcoatlus northropi).
Surtido rico
Otras especies que se han encontrado son Coahuilaceratops magnacuerna; Velafrons coahuilensis (frente con vela)
(que vivió hace 72 millones de años y medía 6 metros de largo); Apatosaurios
(brontosaurios) herbívoros que pesaban 30 a 40 toneladas y medían 20 metros de
largo, con cabeza pequeña y cuello largo; otros fósiles recolectados en
Coahuila son de Ceratópidos (cuernos en la cara).
Como puedes ver, nuestro país además de tener una
gran diversidad de especies contemporáneas, también tiene una amplia diversidad
de especies de otros tiempos y el conocer un poco cómo fue la vida en el pasado
antes de nuestra existencia, además de darnos valiosa información científica
nos hace tomar conciencia de que como especie somos pequeños y vulnerables y
que si seguimos causando deterioro al planeta, habremos de causar la extinción
de otras especies y pronto estará amenazada la nuestra.
Publicado en la edición semanal de El Comentario
Lunes 22
de junio de 2015
Número
211, páginas 36 a 38
Fuentes:
Rivera,
S. H. 2010. Los dinosaurios de México. Ciencias. 98, 40-51.
Muñetón,
P. P. 2009. “Dinosaurios en México: entrevista con el paleontólogo René
Hernández Rivera”. Revista Digital Universitaria.
Gío-Argáez,
R., Gómez, E. C., Martínez, V. B. Huellas y Rastros Fósiles. Revista Cómo ves.
166, 10-14.
Imágenes:
Gettyimages
y photopin
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