Por Gilda Y. Andrade Michel y María Guadalupe
Velarde Aguilar
El paso de nuestra especie por la Tierra causa
cada vez más alteraciones en ella; el crecimiento de las poblaciones, la
demanda de alimento hace necesario ampliar la superficie destinada a cultivos,
pastoreo, construcción de ciudades, carreteras, actividades económicas, etc.,
esta ampliación implica eliminar recursos naturales importantes o devastar
ecosistemas.
En los últimos años se han desarrollado
campañas de concientización sobre la protección al medio ambiente y se han
popularizado los llamados “servicios ambientales” que son los beneficios que
obtenemos del medio ambiente, por ejemplo el servicio de captación de agua que
abastece los mantos acuíferos y la barrera contra huracanes gracias a las
formaciones montañosas; la purificación del aire y la obtención de principios
activos utilizados en medicamentos gracias a las plantas, entre otros. Con este
enfoque se pretende lograr que nos preocupemos por darle la importancia
necesaria, y podamos hacer algo como la creación/aplicación de programas para
la protección o explotación controlada.
En un principio se tomaba la decisión de conservar
cierto lugar por cuestiones espirituales/religiosas, o para usarlo para
actividades recreativas; ahora no es un lujo sino una necesidad incluir
espacios-ecosistemas en programas de protección, para que podamos seguir
gozando de los servicios ambientales, y así lo hagan las futuras generaciones.
La
necesidad de establecer áreas especiales que conserven sus características
naturales “intactas” tiene su respaldo legal, y a nivel mundial existen
organismos como la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (WCPA, por sus siglas
en inglés) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN) que tratan de establecer acuerdos con los gobiernos.
Según la WCPA se define como Área Protegida
(AP) a “un espacio geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y
administrado, a través de medios legales u otros similarmente efectivos, para
lograr la conservación de la naturaleza con sus servicios ecosistémicos
asociados y valores culturales”.
La WCPA propone seis categorías de áreas
protegidas: 1) Reserva Natural Estricta, 2) Parque Nacional, 3) Monumento o
rasgo natural, 4) Área de manejo de hábitat/especie, 5) Paisaje terrestre o
marino protegido y 6) Área protegida con uso sustentable de recursos naturales.
En
México el organismo que se encarga de la administración de las AP es la CONANP
(Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) y se manejan de tipo federal,
estatal, municipal, comunitaria, ejidal y privada. Las federales tienen seis
categorías: 1) Reserva de la Biosfera, 2) Parques Nacionales, 3) Monumentos
Naturales, 4) Áreas de protección de recursos naturales, 5) Áreas de protección
de fauna y flora y 6) Santuarios. Las estatales, municipales y comunitarias se administran
en institutos y secretarías estatales, y las ejidales se organizan junto con
las comunitarias siendo Oaxaca el de mayor número de áreas comunitarias
protegidas. Existe una mínima cantidad de áreas protegidas privadas.
Otra
manera de proteger los recursos naturales es realizando un aprovechamiento
racional-controlado de ciertas especies que sufren de extracción-caza
clandestina, y que esto los ha llevado al borde de la extinción o las ha puesto
en grave peligro.
¿Cómo
se logra este tipo de aprovechamiento?
Cultivando/reproduciendo
de manera legal y controlada la especie, permitiendo la venta de plantas,
animales, pieles o carne. Para ello se han creado las UMAs, que son Unidades de
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, en este tipo de protección
entran los campos cinegéticos, algunos viveros, circos y zoológicos.
A
continuación te dejaremos las principales AP y UMAs que se encuentran en
nuestro Estado.
AP de categoría Federal:
Reserva de la Biosfera “Sierra de Manantlán”
La
extensión de esta reserva incluye municipios del estado de Jalisco (Autlán,
Tolimán, Tuxcacuesco, Casimiro Castillo y Cuautitlán) y de Colima (Comala y
Minatitlán). La razón principal por la que surgió esta reserva fue para frenar
la sobreexplotación forestal, la ganadería extensiva y caza furtiva que estaban
causando un impacto importante sobre los recursos naturales, disminuyendo la
superficie boscosa y reduciendo la cantidad de especies silvestres. Esta
Reserva de la Biosfera cuenta con una vasta diversidad de especies de flora y
fauna. En cuanto a la flora, existen especies originarias de esta reserva como
el teocintle o milpillas, allí también se encuentran 30 especies de robles o
encinos, helechos, álamo tropical, pitayita, naranjillo; de animales: venado
cola blanca, jabalí, puma, tigrillo, ocelote, leoncillo, jaguar, lince, nutria,
musarañas, ardilla, guacamaya verde, cotorra, víbora de cascabel, iguana, rana
y también alberga una gran diversidad de especies de hongos. Aparte de ser el
hábitat de todas estas especies, también
tiene una belleza escénica sin igual y áreas de acampar (en la zona de Cerro
Grande-Comala-Minatitlán).
Zona de Refugio de Flora y Fauna “El Jabalí”
Se
encuentra en el municipio de Comala y cubre 5,178 hectáreas, es hábitat de
especies vegetales como pino, encino, nogal, fresno; y animales como el armadillo,
coyote, mapache, venado, zorra, víbora de cascabel, chachalaca, además tiene
hermosos paisajes.
Parque Nacional Nevado de Colima
Abarca
Jalisco (Ciudad Guzmán, Zapoltiltic, Venustiano Carranza, Zapotitlán de
Vadillo, Tuxpan y Tonila) y Colima (Comala y Cuauhtémoc). La flora dominante
está formada por pino y sierrilla; los animales que se encuentran allí son:
armadillos, conejos, coyotes, mapaches, venados, zorras, pumas, jabalí de
collar, leoncillo, jaguar, lince, musaraña, víbora de cascabel y chachalaca,
principalmente.
Área de Protección de los Recursos Naturales
“Las Huertas de Comala”
En
esta área se protegen recursos vegetales como: capire, parota, copal, higueras,
papelillo, primavera, mojo, cóbano, Jinicuil, ceibas, rosa morada; así como las
especies animales: armadillo, tlacuache, zorrillo, tejón, mapache, ardilla,
zorra, zopilote, halconcillo, paloma torcasita, perico atolero, correcaminos,
carpintero, mirla, cuervo, lechuza, tortugas, serpientes, iguanas entre otras.
Reserva de la Biosfera “Archipiélago de
Revillagigedo”
Se
conforma por las cuatro islas: Socorro, Clarión, San Benedicto y Roca Partida; a
ellas se tiene acceso controlado por la Secretaría de Marina. Estas islas son comúnmente
visitadas por científicos para realizar investigaciones de la actividad
volcánica, así como investigaciones biológicas sobre los organismos de las
islas incluyendo sus mares; en esta reserva las tortugas laúd, golfina, carey y
prieta, tienen su zona de alimentación, crecimiento y anidación. Igualmente
alberga otras especies como la huilota clarión, tecolote cavador, cuervo,
pájaro bobo cara azul, fragatas, cangrejos, serpientes, búhos, halcón cola
roja, cenzontle, tecolote enano, aguililla cola roja y perico verde.
UMAs
El Parque Ecológico “El Palapo”
Está
ubicado en la comunidad de Agua Zarca en el municipio de Coquimatlán. Allí se mantiene una ardua labor de protección
a la fauna así como de educación ambiental. Tienen un herpetario, un
cocodrilario, un aviario, una sala de exposición de taxidermia y una sala
audiovisual educativa; y cuentan con una gran variedad de especies como la cotorrita
atolera, halcón harris, cacatúa, tucán, guacamaya roja, choncho, faisanes, chachalacas,
perico de la patagonia, quelele, paloma australiana, cocodrilos de pantano y de
río, venado cola blanca, gamo, tejón, capibara,
pecarí de collar, papión, mono araña, jabalí europeo, tigrillo,
jaguarundi, ocelote y coyote.
“Tortugario”
En
este Centro Ecológico de Cuyutlán además de realizar labores de protección de
humedales de importancia internacional, también practican actividades de
investigación científica, educación ambiental, protección y conservación de
especies como tortugas marinas, cocodrilos e iguanas.
Asimismo
tenemos a Natura Camp en Manzanillo que
es una UMA de venado cola blanca (cuenta con campamento e iguanario); la Gloria Escondida en Minatitlán, que de
igual modo es de venado cola blanca y tiene área de acampar; la Granja de
cocodrilos “La Colorada” en
Alcuzahue, Tecomán, entre otras (de aves, plantas, etcétera).
A
pesar de que en México existen áreas naturales protegidas, no se garantiza su
correcto funcionamiento, debido a que algunas pueden
estar aisladas, es decir rodeadas por grandes extensiones de cultivos, lo que
para la subsistencia de algunos grandes mamíferos no funciona porque necesitan
desplazarse a grandes distancias y en ocasiones mueren en carreteras o son
víctimas de la caza clandestina. Sólo un bajo porcentaje del territorio
nacional está en programas de conservación, ¿será esto suficiente para la
preservación de nuestros recursos naturales?
Publicado
en la edición semanal de El Comentario
Lunes 23 de
noviembre de 2015
Número 231,
páginas 12 a 14
Fuentes:
Imágenes:
Cocodrilos La Colorada
La Gloria Escondida
RB Manantlán y Tecolote (Banco de Imágenes Conabio)
El Palapo imágenes de Guadalupe Velarde Aguilar
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